Control de procesos

En primer lugar se realiza la adquisición de los datos del proceso, es fundamental disponer de sondas de buena calidad que nos permitan obtener valores reales con la menor distorsión.

Los datos obtenidos por cada sonda, ya sean de temperatura, humedad, presión, caudal, nivel, PH, etc., deben ser transmitidos por medios que minimicen las perturbaciones electromagnéticas de los ambientes industriales.

Según la aplicación y analizando cada caso en particular, tenemos varias opciones para este cometido, cableado normal, cableado par trenzado e incluso enlace inalámbrico.

En segundo lugar consideramos el procesamiento de esos datos, generalmente realizamos este proceso o control con autómatas, los cuales pueden estar asociados con un ordenador industrial o de escritorio (dependiendo de la agresividad del ambiente) donde esa información es tratada para posteriores estadísticas, impresión de informes o seguimiento en tiempo real del proceso en sí. Como interfaz máquina/humano, utilizamos también otros dispositivos, como pantallas de información, terminales remotos, teclados o pulsatería estándar.

Una vez que se han procesado los datos, se generan parámetros para aplicar a los actuadores: válvulas hidráulicas, válvulas neumáticas, resistencias eléctricas, motores, etc., de esta forma se cumplimenta con el tercer punto y en realidad consiste en la parte que controla físicamente el proceso.